Este domingo lo nominé el día nacional de la purpurina, ¿por qué? porque nunca había visto a tantas mujeres juntas con tanta purpurina. El motivo por el cual todas estábamos así era porque celebrábamos nuestro deseado festival de final de curso. Un día muy ansiado por todas ya que era nuestro momento de mostrar todo el trabajo que hemos estado haciendo durante este largo curso: bastón, pandereta, velo, doble velo, sable...cada una con lo suyo.
Subrayo la tarde del domingo como divertida y a la vez ajetreada; la emoción se respiraba en el ambiente y por lo que yo sentí, los nervios de la mayoría estaban bajo control. Chicas para arriba, chicas para abajo, trajes de mil colores diferentes, complementos, maquillaje...en el backstage estaba todo controlado! a nadie se le escapaba ni un mínimo detalle.
Quiero dar las gracias (especialmente) a las compis que me ayudaron a cambiarme en menos de 3 minutos una túnica de Saidi a un traje Tribal: MIL GRACIAS CHICAS!!!! no se que hubiera hecho sin vosotras! Una peinándome, la otra poniéndome el sujetador, otra liada con los flecos...os mando un beso enorme! Y en general quiero decirles a todas que he pasado un año fantástico al lado de ellas: mis chicas "bastereta", las "pandereteras" y las "tribaleras"; y muy en especial, a mis dos maestras, Munique y Amaru, que han sabido valorar mi trabajo y ayudarme a mejorar cada día un poquito más.
Y bueno, esta es la crónica de un domingo oriental. El curso se ha acabado pero en una semanita estamos de vuelta a Egipto (Dios! ya ha pasado un año!!!) y seguiremos bailando en tierra de Pirámides y Faraones; qué el ritmo no pare!!!