sábado, 18 de julio de 2009

Agitaciones físicas y emocionales

Este mes de Julio me está llevando, hasta el momento, a vivir estas dos clases de agitación, vamos que mi mes está refeljado también en el tiempo que está haciendo: nubes, luego sol, lluvia repentina, más sol, aire...

El primer tipo de agitación que meciono lo sufrimos Amaru, Mireia y yo el fin de semana pasado cuando decidimos cruzar media península para ponernos manos a la obra en el país vecino y asistir a unos talleres de tribal. Resultado: 12 horas para llegar y 12 horas para volver cogiendo todos los transportes posibles, sólo nos faltó el barco! supongo que lo dejamos para el siguiente viaje; cansancio tras un taller de 4 horas, caminatas, horas al sol, comida sana pero reactiva (al menos en mí!). Aunque con todo y eso, tuvimos nuestro momento "oasis" tan buscado por nosotras desde hacía tiempo, necesitábamos desconectar de todo y con todo, algo de paz, aires nuevos, relax sin obligación externa impuesta. Combatimos la agitación física riendo, tomando mucho café y alguna que otra cervecilla...igualmente, no nos pudimos escapar de los momentos "tripi", es decir, situciones que parecen sacadas de una peli de Almodóvar con personajes muy peculiares. Pienso que nunca podremos escapar de ello, ninguna de las 3, lo llevamos escrito en nuestro karma...hay cosas que no tienen remedio.



El segundo tipo de agitación pienso que es más complejo ya que se lleva por dentro y dependiendo de tu estado de ánimo puede variar su grado. Normalmente viene provocado por elementos externos a tu vida: cualquier tipo de "sorpresa" o "cambio" que rompa la rutina de los hechos. Nuestro viaje también fue una agitación emocional (positiva) ya que fue un pequeño "kit-kat" en el día a día pero, hay muchas pequeñas cosas que pueden agitar a las personas: mentiras, engaños, descubrimientos, sospechas, personas del pasado...Como dijo Ovidio en su "Ars Amandi", las cosas pequeñas cautivan a los espíritus sensibles, estoy de acuerdo con él en este caso pero las cosas pequeñas negativas también les hacen más daño.


Muchas veces se subestima la inteligencia, el saber hacer, etc., de las personas de nuestro alrededor cosa que no es muy recomendable ya que tú puedes pensar que eres muy listo pero quizá, la persona que esté a tu lado sea más lista que tú y no te hayas dado cuenta o no hayas tenido oportunidad de comprobarlo, por ello recomiendo:
- No te creas más listo o inteligente que los demás, puede que hayas dado con alguien que esté por encima tuyo y no lo demuestre.
- No mientas o engañes, aunque no lo veas, tu interior se está liando solo; ya se dice que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.
- No entregues tu alma a dos personas, sólo tienes una y no se puede dividir. Estás jugando con fuego y el fuego quema.
- Quién calla otorga, si hablas demasiado quizá sea porque no tienes mucho; hay momentos en los que es mejor el silencio ya que se puede observar más claramente la situación.
- Y el más claro de todo: NO LIES LA TROCA! Intenta ser sincero contigo y los demás, ama a los tuyos porque ellos se lo merecen, escucha, siente, vive feliz, no hagas daño (lo acabarás recibiendo tú), ríe, habla y llora cuando toque...el que mucho abarca, poco aprieta. Si piensas que caminas a veinte pasos por delante de algunos, asegúrate bien de ello, quizá sean ellos los que están por delante tuyo y por no observar y no pararte a pensar, no te hayas dado cuenta.

Lo más fácil es vivir tranquilo y feliz, disfrutar de cada uno de los instantes que nos regalan o que regalamos, sentir todo a tope porque el tiempo pasa y esa situación no se volverá a repetir, sólo hay una, aprovéchala!!!

sábado, 4 de julio de 2009

El sueño de una tarde de verano


Julio, cerca de las cuatro de la tarde, calor, mucho calor, los termómetros al sol deben estar cerca de los 36 grados. Silencio sepulcral, no hay ruido alguno que corrompa el ambiente de este caluroso mediodía de verano, a lo lejos se oyen varias chicharras y eso me hace pensar que el ambiente cálido sea mayor de lo que siento. Parece que durante esta estación, las primeras horas de la tarde estén vacías de todo: no hay personas, no hay murmullos sólo silencio y sol, un sol fuerte e intenso.

En casa respiro calma, tranquilidad tanta que oigo mis pensamientos en voz alta y eso hace que aprenda a escucharme de vez en cuando. No hago la siesta, no me gusta y no tengo sueño pero respeto el sueño de los que la necesitan, no necesito dormir para descansar, estoy descansando aunque esté despierta, sueño con los ojos abiertos y me relajo apoyada en la barandilla del balcón, con los ojos cerrados, sintiendo como el sol quema mi cara. Quizá sea estúpido pero así es una siesta en mis veranos, una siesta lúcida que me hace sentir que soy feliz, que estoy viva...la calma...el silencio, el sonido de la respiración y a lo lejos...siguen acompañandome las chicharras.

Chicharras, grillos...animales de verano, oir su sonido a mediodía o el de los estorninos al atardecer son un nexo en todos mis veranos, desde que tengo uso de razón, recuerdo ambos sonidos claramente y eso me hace pensar que el tiempo puede pasar rápido pero hay cosas que no cambian.

El sueño de una tarde de verano es cálido, calmo, con brisa suave y húmeda, en silencio, en cualquier lugar en el que estés a gusto, despierto o dormido, da igual...es tu sueño de verano, lo tienes?

La alarma suena en la habitación de al lado, sábanas que se mueven...el suelo siente el peso del caminar masculino, debo despertar de mi lucidez...hasta mañana!