El tormentoso fin de verano, me hizo dejar un poco de lado mi blog y a su vez, parte de las cosas materiales e inmateriales que tenía alrededor; ya se sabe que con agosto, vienen las tormentas físicas y también, las emocionales. Digamos que este año he recibido por partida doble, pero como no hay mal que cien años dure, todo pasa y el río vuelve a su cauce.
En pleno clímax, volví a tocar la soledad, la angustia y toda esa clase de sentimientos que vienen en un mismo pack, tuve un declive de golpe y me caí en seco. Físicamente estaba en forma, morena, activa, inquieta pero el punto contrario lo llevaba por dentro. La solución? tiempo, paciencia, cura, observación, reflexión, confianza, aprendizaje y así, poco a poco, se vuelve a construir algo que cayó con un sólo toque. Esta vez el cemento es de mejor calidad, las vigas son fuertes y los cimientos más sólidos; me quedo en esta casa a vivir, me gusta, es cómoda, confortable...diferente! es mi casa y estoy feliz por ello.
Cuando las obras quedaron ya listas y empecé a vivir de nuevo ya eran mediados de septiembre, el verano pasó rápido y estaba acariciando los primeros vientos del otoño. La temporada comenzó fuerte: ensayos, clases, trabajo y como empezar de mejor manera: en un escenario!!! sí, sí! parte de las Su'Ud y las Namiras atacamos de nuevo en el espectáculo organizado por Munique Neith por la visita de la bailarina brasileña Lulu Sabongi a Barcelona, excepcional profesional de la danza oriental con una fuerza y un carisma increíbles en el escenario. Disfrutamos de nuevo todas juntas y bailamos, bailamos y bailamos. En este momento, seguimos las cinco juntas trabajando para proyectos futuros con nuevas coreos e ideas que como siempre, salen de lo convencional.
Y más! septiembre seguía su curso y al fin pude tomarme un finde relax con mi nene, el lugar elegido fue la tranquila y, en estas fechas, fresquita Llivia. Pude desconectar, descansar, disfrutar y tocar la felicidad un poquito más de cerca durante casi 3 días. Alejarse de lo cotidiano es siempre bueno para el cuerpo y la mente, al menos a mí me reconforta. Esos 3 días pasaron rápido y volví a poner los pies en Barcelona para comenzar de nuevo con el sube y baja, las prisas y ese largo etcétera que nunca se acaba.
Valoración global y aprendizaje del verano: no es oro todo lo que reluce; la felicidad son los pequeños instantes; todo esfuerzo y sacrificio llega un momento que tiene su recompensa; se pilla antes a un mentiroso que a un cojo; quien menos te lo esperas es un hipócrita; casualidad? diría yo destino; la envidia es contagiosa y eso me ha hecho tenerle alergia, buagh! y lo más claro de todo: soy como soy, a quién le guste que me coja y a quién no, que me deje, nadie es perfecto y yo menos aún; puede que sea rara pero lo que tengo claro es que soy yo misma y me importa bien poco gustarle a los demás o no, no le puedo gustar a todo el mundo o sea, que me importa un pimiento! pienso que cada uno tiene su propia esencia, un qué diferente que nos hace ser nosotros mismos; no dejéis que os anulen, que os manipulen, no pretendáis ser quién no sois, sed vosotros mismos, auténticos, se es más feliz!