viernes, 17 de abril de 2009

Sobre los atardeceres

Desde que era niña he sentido una gran atracción por los atardeceres, para mí es uno de los momentos más especiales del día; simplemente, me fascinan. El sol se pone en practicamente, todos los lugares del mundo pero en cada sitio, es diferente, no sólo el sol sino también el lugar, la temperatura, tu estado de ánimo...digamos, las circunstancias.

Las tonalidades del sol varían del amarillo más profundo al naranja más luminoso para finalmente, dejar paso a la oscuridad. Si ese día está acompañado de nubes, el momento, al menos para mí, es aún más especial ya que adquieren tonos rojos y morados que me transportan a otro lugar; soñadora? quizá un poco, romántica? no lo dudo...

Atardeceres para recordar:
- En la playa: sobretodo en verano, el fuerte calor del día se va apagando y la arena se humedece a la vez que el sol poco a poco se esconde en el horizonte. Sentada en la playa con una piña colada...

- A orillas del Nilo: simplemente mágico, si Egipto me hace olvidar los días y las horas, sus atardeceres me conducen a un espacio atemporal, no tengo las palabras suficientes para describrirlo.

- Mientras viajas en coche: el sol cae y las nubes cambian mientras te mueves, tú avanzas y el momento también, es como seguir al sol para no alcanzarlo nunca.

- En avión: pienso que era mi favorita cuando tenía unos 6-7 añitos y viajaba de arriba para abajo con mis padres, me sentía dentro del momento, dentro del mismo atardecer. Miraba por la pequeña ventana del avión y decía: "Mami, el sol me persigue!"; dulce infancia...
- En el sur de Francia: mientras estuve viviendo en Montpellier hace ya unos años podía disfrutar de uno de los atardeceres más bonitos que he visto en Europa y sin moverme de casa, salía a la ventana del comedor y todos aquellos momentos "rojos" entraban en mi piso, recuerdo que el comedor blanco se teñía de rojo y morado; siempre respiraba profundamente como para poder absorber todo lo que aquel instante me regalaba.

La hora crepuscular me relaja y a la vez me inspira, ¿qué sería un día sin una despedida del astro rey? es como el cierre de un capítulo más de tu propio libro de la vida, un punto y a parte para que al día siguiente se empiece un párrafo nuevo.

1 comentario:

Meri dijo...

La verdad es que son geniales, desprenden magia y sentimiento.

Aprovecho para decirte que yo también me lo paso muy bien contigo y que la comida del cumple estuvo genial!

Ayer no fui a clase...tenía máster...pero la siguiente sin falta!

(dile a niko que el último chiste estaba mejor que el primero)

un besazo enorme enorme!!