El destino fue Bristol, una pequeña ciudad situada al oeste de Londres. Para ver? el puente de Bristol, la catedral y los barrios más tranquilos de la ciudad con esas casitas tan monas, tan "british" que me encantan y lo que me sorprendió de verdad fue la cantidad de tiendas y tiendas y más tiendas, la ciudad es una "Maquinista" entera, jejejejje.
Curiosidades curiosas: los paquetes de chuches son más grandes ;) ;los hoteles tienen máquinas expendedoras de helados (ñam-ñam); las motos pasean como árboles de Navidad, es decir, van decoradas con alajas, luces y música, muy freak!; también reparten gratis el diario "Metro" por las mañanas; el poco alcohol que lleva la cerveza...y lo que todo el mundo sabe: conducen al revés; visten con..digamos...estilo propio; las mamis son muy jóvenes; el tiempo es variable... en fin, Inglaterra! Personalmente, es un país que me gusta mucho, para algo estudié filología, no? lo peor el tiempo sino...que hago yo por aquellas tierras sin sol? bueno, y sin mi Sol? ;) que como es normal, estuvimos juntos en el viaje pero no solos, Edu y Emma también estuvieron con nosotros.
Lo que me traje a casa? a parte de ropa? risas, cerveza, un laaaargo paseo para encontrar el famoso puente de Bristol, la barriga llena de comida, un nuevo repertorio de chistes, mi cámara con fotos pero estropeada, otra sesión más de risas, calma emocional y poder estar con 3 personas geniales en un finde tan intenso y divertido. Espero que se vuelva a repetir pronto, el destino da igual, lo importante es el camino y al lado de con quién lo haces y TÚ ya sabes que contigo me iría a cualquier lugar por más recóndito, raro o lejano que fuera porque al fin y al cabo, estoy con quién quiero estar y ese eres TÚ.