domingo, 12 de octubre de 2008

El nacimiento de la inspiración

Y muchas veces me preguntan: ¿en qué me inspiro para escribir? Es el todo y la nada...Una mirada, un instante, tu presencia, el atardecer, la melancolía causada por la ausencia, sus besos, la soledad, tu llanto ahogado...todo se filtra en mi alma para que una mano sin rumbo fijo lo postre en la eternidad de la palabra. Una sombra oscura guía mis sentimientos a un continente desconocido. Tú me inspiras y a la vez me asustas, él me inspira y a la vez me desconoce. Ahondo en mi esencia para descubrir el nacimiento de la inspiración que se deja fluir en los instantes más inesperados. Aquel olor me hizo recordar; la luz tenue del atardecer, imaginar; mis memorias de café, sonreir. Un cúmulo de sensaciones intensas y, a veces, dispersas alertan mi mente y escribo...escribo de noche, de día, cuando me miras, cuando lloro, en soledad, en un ricón de la penumbra; escribo en mi mente las memorias de mi vida que veo pasar sin pausa alguna.

Olores, sabores, personas, pecados, risas, lugares...todo forma parte de esa nada en la que se pierde todo aquello que se cruza en mi camino y que sólo perpetúo si lo escribo. Leyendo el pasado siento su reminiscencia, escribiendo el presento eternizo pequeños pedazos de la existencia.

Inspiración...todo aquello que me rodea por unos instantes y que más tarde se esfuma. Recuerda: eres tú, esos ojos verdes que no conozco, el olor de la tierra húmeda, el papel de un cigarillo al quemarse, mi corazón roto cuando él se fue...es un todo que se pierde en el pozo de la nada cuando ese segundo de vida pasa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder nena, me he quedao con la boca abierta!!!

Me encantan tus escritos, son enigmaticos...y la foto acompanña perfectamente!

Un besote flor!!!