Nací en una primavera de los '80 en Barcelona, era de noche y como siempre, toda la ciudad estaba llena de luz, quizá no tanta como ahora pero ya era una ciudad luminosa.
Podemos decir que la ciudad en la que nacemos y vivimos es la ciudad que crece con nosotros, la que vemos avanzar, mejorar, empeorar, etc. A mí me tocó Barcelona, a orillas del Mediterráneo, de clima húmedo y entre dos ríos que son casi basureros. Es una ciudad con historia y que esconde lugares preciosos pero también es una ciudad que poco a poco se va estropeando, ensuciando, perdiendo esencia...
Podemos decir que la ciudad en la que nacemos y vivimos es la ciudad que crece con nosotros, la que vemos avanzar, mejorar, empeorar, etc. A mí me tocó Barcelona, a orillas del Mediterráneo, de clima húmedo y entre dos ríos que son casi basureros. Es una ciudad con historia y que esconde lugares preciosos pero también es una ciudad que poco a poco se va estropeando, ensuciando, perdiendo esencia...
Nací en el Eixample y luego de unos años allí, nos mudamos a un barrio más tranquilo al lado del Velódromo donde mis padres siguen viviendo. Del primero tengo muchos recuerdos efímeros y flashes, era sólo una niña pero ahora veo que la concepción espacio-temporal cambia a medida que vas haciéndote mayor. Todo lo que ahora me parece normal o incluso pequeño, años atrás me parecía enorme, de una magnitud increíble. Las calles eran demasiado anchas, los edificios demasiado altos y las distancias...uff!!! todo era mucho, todas las manzanas del Eixample eran enormes pero cada vez que cruzaba una, era como adentrarme en un universo nuevo para mí, algo sorprendente estaba segura de que se iba a abrir cuando cambiaba de isla de la mano de mi madre. No podré olvidarlo jamás...nunca...aquellas tardes de otoño (sobre el '88-'89) en las que mi hermano, aún un renacuajo, mi madre y yo, paseábamos al finalizar el cole por la calle Mallorca, Valencia, Aragón...las aceras estaban inundadas de hojas secas de platanero y cuando las pisabas su "crish" te recordaba que el otoño se había instalado en la ciudad condal. Imágenes de infancia...muchas y varias...paseando por la Ramblas con mi abuelo tenía la sensación de estar a kilómetros de casa, parecía un paseo interminable lleno de gente, tiendas de animales y de flores; me sentía como en otro planeta en el que viajaba en secreto con mi abuelo, él me enseñaba la ciudad, nos escapábamos en secreto, me compraba chocolate y me llevaba al zoo...todo recuerdos que se quedan guardados en una cajita.
Los años pasaban, me hacía un poquito mayor y ahora iba descubriendo e investigando la ciudad sola o con mis amigas. En la adolescencia el lugar más preciado era el centro, es decir, Plaza Cataluña y alrededores, allí nos perdíamos, nadie nos conocía. Mi infancia en el Eixample pasó y ya estaba en Horta-Guinardó, en un barrio tranquilo donde si estornudas un poco fuerte te escucha la mitad del vecindario y justamente el centro de Barcelona era todo lo contrario, un lugar donde hicieras lo que hicieras, pasabas desapercibido. Atrás quedó la Barcelona del '92 y con ello un incremento de la popularidad de la ciudad, el número de turistas aumentó, la ciudad se lavó la cara al mundo: edifiios nuevos, obras de mejora, etc.; todo se hizo por la ciudad y para la ciudad y en el momentó funcionó pero las consecuñencias negativas llegaron años más tarde.
Ya entrado el nuevo milenio Barcelona sufrió un cambio que se veía venir: más delincuencia, pobreza, cholos, chusma, demasiados guiris,etc. Personalmente, y muy a mi pesar, pienso que la ciudad condal no es lo que era, ha perdido aquella cosa que la hacía especial para convertirse en una especie de saco en el que todo tiene cabida; hay en momentos en que parece la ciudad sin ley (por parte de algunos ciudadanos), se le quiere lavar la cara pero de tan lavada que la tiene, no se puede limpiar más. Quizá sea quisquillosa pero las cosas ya no son como eran, el centro y sus calles colindantes son una mezcla de un circo y un zoo de gente(o espectros porque hay algunos personajes que tela marinera); hay momentos en los que me siento extranjera. Igualmente aún quedan rincones (pocos) que conservan su esencia. pequeños oasis en la jungla en la que se está convirtiendo esta urbe.
Ahora? ya no vivo en Barcelona, estoy a pocos kilómetros pero sigue siendo mi ciudad. Siento que me hago "vieja", estoy tranquila en mi casa donde apenas pasan coches, me da "palo" bajar a la ciudad, me agobia la gente sobretodo los sábados por la tarde...crezco!!! pensé que jamás diría esto pero mi madre tenía razón cuando me decía: "ya verás que tengo razón, cuando seas mayor lo verás..." y sí, mamá tenía razón...aunque sigo paseando por Barcelona buscando los recuerdos y las sensaciones que experimentaba cuando aún era una renacuaja; quizá por nostalgia, quizá porque formaba parte de mi felicidad en aquel instante, quizá no quiera crecer más o no quiera olvidar...no lo sé...pero cada rincón por el que suelo pasar me recuerda a una época, a algo o a alguien y en cierta manera, es una forma de llevar esos instantes y lo que era Barcelona en ese momento en mí.
Ahora? ya no vivo en Barcelona, estoy a pocos kilómetros pero sigue siendo mi ciudad. Siento que me hago "vieja", estoy tranquila en mi casa donde apenas pasan coches, me da "palo" bajar a la ciudad, me agobia la gente sobretodo los sábados por la tarde...crezco!!! pensé que jamás diría esto pero mi madre tenía razón cuando me decía: "ya verás que tengo razón, cuando seas mayor lo verás..." y sí, mamá tenía razón...aunque sigo paseando por Barcelona buscando los recuerdos y las sensaciones que experimentaba cuando aún era una renacuaja; quizá por nostalgia, quizá porque formaba parte de mi felicidad en aquel instante, quizá no quiera crecer más o no quiera olvidar...no lo sé...pero cada rincón por el que suelo pasar me recuerda a una época, a algo o a alguien y en cierta manera, es una forma de llevar esos instantes y lo que era Barcelona en ese momento en mí.
1 comentario:
Los que nacimos y crecimos en Barcelona somos de una pasta especial jejee!! años antes que tu, unos cuantos, yo también nací en Barna, y aunque ahora ya no vivo allí siempre la añoro, es mi ciudad, y me encanta pasear por las calles del barrio donde creci, y por esos rinconcitos que sólo conocemos los que somos de allí!!
Sí tienes razón en que ha cambiado y mucho, y no siempre para bien perooo... sigue siendo Barcelona no??
Un beso!!
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